Ninguna persona en el mundo se despierta pensando en contratar un copywriter

Lo primero que quiero que sepas es que no soy un gurú del marketing que aparece en redes sociales. 

De hecho, me avergüenzan las cámaras. 

 

Mis estudios y experiencia no tienen nada que ver con hacer logos llamativos ni 15 paletas de colores.


Antes de empezar este negocio, solo había hecho páginas web sencillas para amigos y conocidos.

Pero entendí algo…

Aunque nadie piense en contratar un copywriter, todo el mundo quiere vender más.

 

En esta página hay una historia de cuando renuncié como vendedor en Argentina y me fui a España.

Al margen de que quieras contratar un copywriter o no, si la entiendes, es casi seguro de que te ayude a vender más.

Pero antes de contarte esto, tienes que saber que existen dos tipos de copywriters, los que son muy buenos, y los demás…

Los que son muy buenos son capaces de hacer visualizar una imagen muy nítida en la cabeza del lector.

Los demás, basan sus textos en Inteligencia Artificial sin vida.

Es más fácil si te pongo un ejemplo.

Un copywriter de IA 2.0 con plantillas de prompts mágicos llenos de colores, si quiere escribir para vender jabón artesanal diría:

“Vendo jabón natural hecho a mano. Tiene un aroma muy agradable y limpia la piel.

También es un buen regalo porque viene en diferentes colores y tamaños. Si quieres uno, escríbeme.”

Un copywriter de verdad diría:

Cada día tu piel absorbe químicos invisibles que la resecan, la irritan y aceleran el envejecimiento.

¿Qué pasaría si en su lugar la nutrieras con aceites naturales prensados en frío que te devuelven suavidad, frescura y salud?

Este jabón es más que limpieza: es cuidado en cada baño.

Y pese a ver diferencias tan evidentes, cuando llega el momento de vender, la mayoría hace justo lo contrario.

La gente, normalmente, cuando quiere contratar un copywriter o le da vueltas a la idea de tener anuncios más rentables y una web con mejores textos, suele investigar en redes y en videos que no sirven de nada como:


-Los 12 prompts que te harán triplicar tu dinero hoy mismo.

-Las plantillas de copy mas exitosas(copia y pega).

-Correos electrónicos probados y las palabras negativas bla bla….

Esto es de lo peor que puedes ver en marketing. 

Las palabras y las plantillas son solo eso.

Sin el contexto adecuado no sirven de nada.

Pero si tienes un negocio online tienes que saber una cosa muy importante:

La gente actúa por lo que ya tiene en su mente, no por lo que tú le digas.

Esto está estudiado y probado.

Aunque puedas convencer a alguien en contra de su voluntad, esa persona sigue teniendo la misma opinión.

Y esto es importante para que vendas en tu web.

Lo que transmites a la cabeza de tu cliente es lo que cambia la historia, sus emociones y, por ende, sus acciones.

No es tu competencia, ni los precios, ni los colores de la web. 

Es la importancia de saber comunicar, de saber cómo vender.

Es lo que dices y cómo lo dices. 

Es un concepto muy potente.

Y precisamente por eso, antes de decirte cómo trabajo, déjame decirte algo.

Yo no sé lo que tú pides para trabajar con alguien, por eso te digo lo que pido yo.

Son solo dos cosas:

La primera cosa es que me gusta la gente que sabe lo que vende y a quién le vende. 

Que promociona su valía con pasión y entusiasmo.

Ser valiente y no andar llorando porque la competencia le copia los contenidos o hace mejores descuentos.

Estos son negocios, no un parque de diversiones 

(a menos que ese sea tu negocio).

Lo segundo es que entiendas esta breve historia.

Lo que te contaba al principio que esto lo aprendí en la calle y no en los libros:

Cuando renuncié a mi trabajo como vendedor de carne en Argentina, compré un boleto a España, cargué ropa de verano en una maleta de 9kg y me fui.

Sin contactos, sin destino, sin demasiado dinero.

Estaba convencido de que con la experiencia como vendedor iba a triunfar. 

Nada más lejos de la realidad.

Aquello fue un golpe de humildad terrible.

Acabé como voluntario en un hostal de Málaga para recibir cama y comida a cambio de 20hs semanales de trabajo.

Durante el día caminaba 4 horas al rayo del sol por las afueras de la ciudad.

Iba negocio a negocio, puerta a puerta, intentando vender imanes.

De esos que se pegan en el refrigerador y puedes llamar al parripollo.

El trabajo era impresión bajo demanda.

Iba al negocio, ofrecía los productos disponibles y me llevaba la comisión….

La cuestión es que después de visitar cientos de negocios logré solo dos ventas en mes y medio.

Eran cincuenta euros.

¿Por qué me rechazaban tanto? ¿Era por mi pronunciación argentina? ¿Mi vestimenta? ¿Mi voz?

Simplemente no entendía.

La cuestión es que en el hostal acabe por quedarme nueve meses, conocí gente increíble de todos los rincones del mundo.

Y aprendí dos lecciones de venta y de vida imprescindibles.

La primera fue la empatía.

Aprender a observar y escuchar, entre tanto movimiento, tanto ruido, tantas voces y tantas miradas.

Me parecía interesante sentarme y quedarme en silencio.

Pero esto qué tiene que ver? te preguntarás…

Tiene todo que ver. Solo en ese momento, después de casi un año a pura pérdida pude entender.

Unir los dos mundos, la experiencia de vender, de fracasar, de escuchar y el aprendizaje teórico para aterrizar todo online.

La mayoría de emprendedores y empresarios queman su dinero en campañas de facebook ads y google ads sin retorno. 

Seguramente te ha pasado de seguir consejos de ‘expertos’ y no ver resultados.

O te han hecho una web muy bonita y muy colorida pero que no esta preparada para la venta.

O te han hecho creer que los textos con inteligencia artificial te diferencian y aumentan tus ventas,

y hacer todo esto es ir directo al matadero…

quiero decir, hablar a tu potencial cliente sin saber quién es realmente, sin conocer sus dolores, sus miedos, sin saber si realmente le puedes ayudar, es ir a ciegas.

La otra gran lección fue la autoridad.

Todo negocio serio debe tener gestos sutiles de autoridad. 

Me refiero a que yo debía asumir en ese momento el control de mi vida y liderar. 

Para eso funciona la autoridad. 

Simplemente no podía aceptar que me paguen migajas por caminar todo el día.

Entonces puse mi precio a mis próximos trabajos.

La autoridad no se mendiga, se asume.

Si tú no pones el valor a tu trabajo, el mercado te pone el precio.

Y eso, créeme, también se nota en cada palabra que escribes en tu web.

Con autoridad transmitimos seguridad. 

La gente compra seguridad, y eso debemos darles.

También es importante que entiendas que si vamos a trabajar juntos voy a estudiar tu mercado, tu negocio, voy a desmenuzar tu ‘funnel’ de venta, entraré al fondo de tus productos o servicios.

Pero no esperes que te entregue dos textos y me atiendas 20 minutos al mes. 

No funciona de esa manera, si hay cambios en la estrategia, debo saberlo.

No digo esto por ser copywriter, pero los textos de tus anuncios, de tus emails y de tu web son determinantes para que vendas a lo bestia.

Me contrates a mi o al vecino, debe ser muy bueno. 

De otra forma, estarás perdiendo mucho dinero en el camino.

También quiero que sepas que mi negocio y mi prestigio dependen de que a ti te vaya bien.

Y si vas a contratar a un profesional para que trabaje contigo en una tarea tan importante, debes respetar su criterio. 

De lo contrario, te recomiendo que no contrates a nadie.

Si yo mañana contrato a un vidriero para que me cambie la ventana que se partió, no le indico cómo hacerlo. 

Simplemente porque no sé cómo se hace.

Y si tú contratas un copywriter, o confías en él o no lo contrates.

Esto no va de arrogante, sino de que la experiencia en mi vida por tantos trabajos me llevó a una obsesión sana. 

No me gusta perder el tiempo.

Respeto tanto tu tiempo como el mío.

Por eso te anticipo que mis servicios no son baratos.

Y cada día que pasa mis servicios son menos baratos y tengo menor disponibilidad.

Y también debes saber que para trabajar conmigo debes reservar con un 25%.

Luego tendremos una reunión, y justo después, y sin que haya comenzado a trabajar cobraré el resto del proyecto.

No hago un clic si no cobro. Nunca, ni a mis conocidos.

Y esto te lo digo porque si trabajamos juntos es probable que no tengas que volver a contactar a otro copywriter.

Después de todo esto, si te interesa pedir información, debes completar el siguiente formulario.

Me pondré en contacto contigo aunque no esté interesado en tu proyecto.

Pasa una gran semana.

– Diego Medina.